Gran cara mostró Once Caldas en Beira Rio pero… Sí, me tomé una pausa para escribir sobre el blanco de Manizales ya que quería verlo de local ante Real Cartagena y sacar mis conclusiones. Al final de la velada, las conclusiones fueron un vaivén de emociones dejando una sola sensación: Once Caldas no pasará a Inter.
Dicho de esta manera, todos los aficionados blancos estarían en posición de ‘madrearme’ y creerme loco. No hablo como hincha, ya que no lo soy del Once, pero como analista, y quizá es un rotulo muy grande para mi, quizá lo mejor sea no clasificar.
Once Caldas juega a otro ritmo, ahoga a los rivales por presión y velocidad. Podría decirse que el equipo manizalita juega a dos o tres veces más ritmo que sus rivales locales. El titulo anterior, que quizá debió dársele, quedó en manos de Junior únicamente por el error bilateral del cuadro blanco y del entrenador Juan Carlos Osorio de firmar un divorcio sin haber conciliado la repartición de bienes. Su reconcilio parece cantado, así toque esperar aun.
Sin embargo la copa es otra cosa. Presupuestos magnánimos de instituciones brasileñas ante todo, gigantes como Boca, o equipos de época como Universidad de Chile, atentan contra la esperanza blanca. Su escollo es Internacional, el mismo que está a punto de vender a D’alessandro por una cifra exorbitante y que ya concretó la llegada de un reemplazante de lujo, Jesús Dátolo.
Pasar a fase de grupos resulta para Once Caldas una alternativa más que un requerimiento. La estrechez del resultado sumado a la altura de la ciudad caldense, hacen posible soñar. Pero los sueños viven el momento y desechan el futuro, yo no puedo hacerlo.
Veo a un Once Caldas quedándose sin el pan y sin el queso de conseguir pasar la barrera colorada de primera fase. Penando en el rentado local, avanzando a donde le den las piernas y el presupuesto en la máxima cita latinoamericana, no trascendiendo.
Pero este Once está para trascender, por lo menos en el ámbito colombiano. Si el equipo se dedica a la Liga, me hace creer que puede estar para campeón. ¿Y la copa? En otro momento se levantará.
Por Roman Gómez
@RomanGomez
Columnista para @ZorroDeportes
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