Foto: El Espectador |
Ayer, domingo 11 de Agosto
del año 2013, la esperanza azul estaba latente, expectante y dispuesta, esperando a ver un partido en el cual
Millonarios F.C. saliera con el orgullo del embajador, la garra que nos llevó al
título ese inolvidable 16 de Diciembre del año 2012 o la grandeza y el peso que
significa jugar en el equipo más veces campeón de Colombia.
Lastimosamente, ni
lo uno ni lo otro: Millonarios juega como equipo chico. El Polideportivo Sur se prestaba como un escenario para alejar todos los fantasmas, el mal juego, la
falta de carácter, identidad, alma y definición que le hacen falta a este
equipo desde el inicio del torneo, pero todo se convirtió en otro traspié para
seguir en la parte baja de la tabla.
Millonarios empezó el
partido presionando, buscando tener la posesión del balón lo cual es la
consigna del juego azul, marcando y presionando para no dejar pensar ni actuar
a un genio llamado Néider Morantes, buscando tener solidez defensiva con la vuelta
de Román Torres y teniendo un poco más de marca en la mitad de la cancha con la
inclusión de Elkin Blanco en lugar de Rafael Robayo. Todo aceptable, excepto la
pareja de delanteros conformada por Wason Rentería y Erick Moreno; no se
entienden, no se ayudan, no son claros, no definen, y sobre todo: no hacen
goles.
El primer gol de Envigado
llega al minuto 26 por una desconcentración del medio campo y la defensa (tras
la constante salida de Luis Mosquera sin peligro para Envigado), en donde Néider
busca a Diego Álvarez, para que este tras una larga carrera, centrara el balón
buscando un compañero que llegase a rematar, encontrando a Fabio Burbano, el
cual con una tijera no muy potente, puso el primero para el equipo naranja. El
primer tiempo terminó fácil para Envigado, teniendo el balón y exponiendo el
pésimo juego del embajador.
Tras el descanso, vimos tres
modificaciones: Ingresaron Dayro Moreno, David Ramírez, y Mario González en
diferentes momentos de la segunda mitad. Como se dice vulgarmente: Toda la
carne en el asador. Millonarios tuvo mucha más profundidad, mas salida por los
costados, mas participación de Mayer Candelo y buen toque por parte del medio
campo, aunque, de nuevo, muchas ocasiones fallidas: Wason Rentería solo frente
al portero, Harrison Otálvaro errático e irregular; hasta que Dayro Moreno con
su velocidad y chispa consiguió un tiro libre muy cerca del área que finalmente
sería ejecutado por Mayer Candelo, quien con gran clase puso el empate para el
cuadro azul, reviviendo las esperanzas y sacando a flote el ego y el amor que
siente cada hincha por Millonarios. El equipo se fue encima del cuadro
naranja, presionándolo y metiéndose en su área constantemente con llegadas de
Dayro por la banda, sin suerte, encontrando a un delantero sin ganas ni hambre
de gol, displicente, sin alma ni corazón llamado Wason Rentería, quien tras
tener el 2-1 en sus pies tras la ocasión de gol más clara en muchos meses de la
delantera embajadora, no la embocó por la simple razón de no querer hacerlo. No
es la primera vez que pasa. Sin embargo, tras errar estas oportunidades, un
disparo de Juan Carlos Quintero toca el brazo de Mario González. Penal claro y
muy bien ejecutado por Matheus Uribe. El partido termina y, al igual que con
Equidad en la primera fecha, el gol al último minuto deja al cuadro embajador
con muy poco, o sin nada, tal como pasó con Envigado.
No soy de esas personas que
escribe con rabia o parcialidad, pero si con el amor tan grande que siento por
el equipo más veces campeón de Colombia.
Hoy no voy a pedir la cabeza de Hernán Torres, ni voy a suplicar porque
los resultados no se den para que puedan despedirlo de su cargo, pero sí hay
que tener claridad en un aspecto muy importante que este gran técnico debe
tener muy claro, y es que no se puede seguir defendiendo lo indefendible: Wason
Rentería no debe jugar en Millonarios. Por culpa de este último, jugadores como
Yuber Asprilla no han tenido como figurar en el equipo azul sabiendo las
grandes condiciones que tiene; Luis Delgado nos dio el título con el penalti
atajado a Andrés Correa, pero hace mucho su nivel no es bueno, y un equipo que
busca ser campeón necesita un arquero salvador, un portento en el área chica
que sea de máxima seguridad, es decir, Robinson Zapata; Todos sabemos el cariño que existe por Rafael
Robayo, un gran jugador, que en este momento tiene un nivel para nada
superlativo, no hay toque, no hay ataque ni defensa, es hora de que otro
volante que viene bien de otro club, lo haga en Millonarios: Mario González;
pero sobre todas las cosas que se han dicho acá, lo más importante es que Dayro
Moreno debe ser TITULAR por encima de cualquier delantero, ya que es el único
jugador que ha llevado el equipo en sus hombros cuando nadie más quiso hacerlo.
Y en cuanto a lo de Wason, con lo que ha hecho hasta ahora, por mucho, le debe
alcanzar para ser convocado y ser suplente por detrás de Dayro, Yuber y Erick
Moreno.
Buen viento y buena mar, y
esperemos a que este precioso escudo azul y blanco vuelva a estar en lo más
alto de la Liga Postobón, ya que a pesar de lo que digan, es el lugar que
merece un equipo como Millonarios F.C.
Por Carlos Andrade
En Twitter
@carlosandrad10
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