“El rival vino a buscar la equivocación y la encontró rápidamente y a partir de ahí se solidificó y creció. Después de esos dos goles el equipo debía tener tranquilidad y no la tuvo. Tampoco tuvimos regularidad en el juego y por eso nos fuimos 2-0 abajo al final del primer tiempo”. Declaraciones de José Eugenio “El Cheché” Hernández al final del partido. El partido de ida, antes de empezar el segundo tiempo fue suspendido por falta de garantías en la plaza local además la previa del partido estaba llena de polémica con declaraciones de Eduardo Pimentel lo hacían ver como el villano de la película. La Dimayor en una de sus decisiones bizarras decidió darle un punto al Junior y cero para el Chicó. Llegó el jueves y en una tarde soleada los barranquilleros salieron a acompañar a su equipo. Transcurridos once minutos el conjunto ajedrezado no solamente pudo marcar un gol de camerino sino DOS.
Y la ilusión de cualquier hincha rojiblanco se veía sepultada, fundamentalmente por lo que mostraba Junior en la cancha. El juego se basó en dividir el balón, pelotazos en largo que siempre terminaban siendo rechazados por la defensa del Chicó.Finalizó el primer tiempo y la situación se puso tensa ya que Sebastián Viera y Yhonny Ramírez fueron protagonistas de un riña antes de entrar a sus respectivos camerinos por consiguiente ambos vieron la tarjera roja situación que le afectó más a los de Tunja que a los Barranquilleros. No sé que le habrá dicho El Cheché a sus jugadores pero cuando el equipo ingresó era otro, el equipo tenía el corazón en la mano. Luis Carlos Ruíz se juntó con Jaider Romero que tiró un pase al centro del área y consiguieron una pena máxima que Carlos Bacca materializó en gol y la afición se dio cuenta que el Junior estaba cerca de tan anhelado objetivo. Subsecuentemente Vladimir Hernández se vistió de ángel y clavó un balón en el ángulo para darle la igualdad al partido y la clasificación al Junior. Si bien este partido en la cancha se hubiese ido a los penales de no ser por la sanción que le fue impuesta a Chicó el Junior mostró que tiene fútbol para remontar un marcador adverso. Sin embargo no está bien calibrar a los rivales ya que por poco quedan eliminados. Cuando se tiene con que, es mejor no mirar al de frente por eso el Junior debe jugar con lo que tiene, con lo que es, porque así es como ha venido ganado y así su fanaticada confía que lo seguirá haciendo. Ahora volveremos a la altura para enfrentar a un crecido Millonarios. Tenemos bajas importantes pero seguro los encargados de suplir esas ausencias lo harán con categoría porque los relevos nos han resultado y seguro lo seguirán haciendo.
A los hinchas les regalo una frase que alguna vez el gran Albert Camus dijo: “No hay mayor felicidad humana que un estadio lleno de fútbol”.
Por: Nicolás Dávila R. (Columnista Zorro Deportes)
Siguelo en Twitter: @NicoDavilaR
No hay comentarios:
Publicar un comentario