Con el reciente título del Junior de Barranquilla, se ratifica una vez más, que de grandes arqueros nacen los grandes títulos. Un equipo que aspira a pelear campeonato, debe siempre comenzar a armar su plantilla de atrás para adelante. Esto quiere decir que para tener un plantel realmente competitivo, se debe partir de una buena defensa, pero sobre todo, de un gran portero.
Sebastián Viera, uruguayo de 27 años, es la base del título barranquillero. Su seguridad en el arco y su experiencia, no solo sirvieron a la hora de atajar en la definición del título por penaltis, si no a lo largo del partido final y de todo el campeonato. Con todo el respeto que merece el Junior, Viera puede tener el peor empresario del mundo del fútbol. Cómo un joven portero uruguayo, semifinalista de la Champions League, poseedor del record de mas minutos de imbatibilidad en la historia del Villareal y además con experiencia en selección, termina atajando en el Junior de Barranquilla. Sí, el Junior merece respeto, pero en que momento termina Viera tapando en Barranquilla después de haber jugado con gran éxito en Europa. Por mal que le haya ido en su ultimo club del viejo continente, el palmares del uruguayo merece situarlo por lo menos en una liga superior a la colombiana, como la de México, Argentina o Brasil. En fin, Sebastián Viera fue el gran portero que le dio la séptima estrella al Junior. Acrobático, seguro, experimentado, le dio al equipo ‘tiburón’ la base de la estructura de un equipo campeón. Y claro, el ‘Che Che’ no sólo tuvo la fortuna de contar con este arquerazo, si no con un equipo experimentado y con memoria táctica (más de medio equipo campeón en 2010), sí bien con una defensa que da ventajas, pero muy bien respaldada por los goles del tridente letal de los Hernández y Bacca, y por supuesto, por Sebastián Viera.
Por otro lado, el campeonato de Millonarios en la Copa Colombia se debe en gran parte a Nelson Ramos, por algo el equipo 'embajador' también tenía pinta de campeón y además fue el segundo mejor equipo del año. Si revisamos el anterior campeón del fútbol colombiano, Nacional, encontramos la figura de Gastón Pezzuti, fundamental en la consecución de la estrella verdolaga. Un equipo que no brillaba futbolísticamente, pero que tenía una garantía tremenda bajo los tres palos. Podemos ir más atrás y recordar el Nacional de David Ospina, el Medellín de Bobadilla, el Cúcuta de Robinson Zapata, e incluso el mismo Henao en el Once Caldas 2003. El América de Córdoba, el Millonarios de Luis Jerónimo López y luego de Cousillas… Todos grandes equipos, pero con una característica en común, todos con arqueros que atajan lo inatajable y que también ganan partidos. Todos estos hombres, que comparten una de las posiciones mas difíciles del fútbol, si no quizás la más difícil y también desagradecida, brillaron como las estrellas que ganaron para sus equipos. Qué sería de España campeona del mundo sin la atajada de Iker Casillas a Robben en la final, de Italia sin Buffon y sus únicos dos goles recibidos en Alemania 2006, de Francia 98 sin Barthez, de Italia sin Dino Zoff, de Inglaterra sin Gordon Banks…
Ningún portero puede ganar un título por si solo, pero los grandes porteros que pasan a la historia, son aquellos que le dieron a su equipo la tranquilidad de saber que cuentan con sus atajadas. Son aquellos que encabezan la columna vertebral de un equipo triunfador, los que evitan esos goles imposibles y los que ponen a celebrar a sus hinchas como un gol, esas estiradas majestuosas. Que vivan los arqueros, que sin sus salvadas, más de una Copa no estaría en casa.
Por @fmaldonado10 (Columnista Zorro Deportes)